Conoce nuestra historia

Todo comenzó con Manolo y su esposa Carmen, mis abuelos maternos, que allá por los años 50, construyen juntos su primer negocio de hostelería en una pequeña aldea cercana. Una pequeña casa de comidas con tienda de ultramarinos que más tarde ampliarían ofreciendo servicio de alojamiento.

El abuelo Manolo fue un precursor del turismo en la zona, adquirió varias fincas y construyó casitas para alojamiento vacacional entorno a la cercana playa de Barrañán. También construyó el primer chiringuito de esa playa.

Años más tarde, compran y rehabilitan una antigua casa de pescadores convirtiéndola en un pequeño edificio en el pueblo marinero de Caión, y suman 3 viviendas más destinadas a alquiler vacacional. Es en este momento cuando me involucran y trasmiten, siendo yo una niña, su buen hacer en el negocio del alojamiento.

En 1990 compran primero una y luego otra, dos casitas centenarias en Baldaio.

En 2008 heredo el edificio de Caión y tras una pequeña puesta a punto empiezo mi andadura con RIBAdoMAR Caión, apartamentos de uso turístico con unas inmejorables vistas al mar.

En el año 2021, gracias a mi madre Isabel, y junto a mi marido Javier, comenzamos a rehabilitar las casitas de Baldaio y a darle forma a este nuevo proyecto de alojamiento.

Y tras un año y medio intensivo de reforma integral, en este 2022, abrimos las puertas con la misma valentía, ganas y espíritu emprendedor de mis abuelos, apostando siempre por un trato cercano y familiar, trabajando y soñando, buscando ofrecer lo mejor, como lo hacía la abuela Carmen.

Morada Atlántica

Nace Morada Atlántica, ¡bienvenidos!